El cine alemán casi no existía antes de la Primera Guerra Mundial y luego, la desolación, política e ideológica, se adueñó de Europa. Los alemanes optaron por realizar historias para enaltecer a su patria y sacar a relucir los “trapos sucios” de los países vencedores. Aunque los guiones eran tendenciosos, no arruinaron la calidad de las películas. Ernest Lubitsch logró presentar situaciones históricas francesas y norteamericanas como operetas cómicas, totalmente eficaces con el público.
Como reacción a este cine comercial, surge en la misma Alemania una corriente artística sin comparación: el expresionismo. Esta escuela presentó tres temas básicos: la leyenda mística con sus consecuencias filosóficas, el individuo supeditado servilmente a su clase y el aspecto sexual con su sadismo y sus aberraciones mentales.
Heredero de la estética de las artes plásticas de vanguardia, caracterizado por una temática inquietante como mundos y criaturas de pesadilla, monstruos, fantasmas… y la omnipresencia de las sombras que bañan decorados irreales, el expresionismo surgió en 1919 con la película “El gabinete del doctor Caligari” (Das Cabinet des Dr. Caligari), de Robert Wiene. La historia, narrada por un loco, cuenta como el siniestro Caligari tiene bajo control hipnótico al sonámbulo César a quien muestra en una feria como atracción bizarra y emplea como arma para cometer diversos crímenes.
La fascinación de las imágenes de El Gabinete… proviene de un complejo entramado visual, con perspectivas imposibles, escaleras en zigzag, callejones tortuosos, interiores con grandes contrastes lumínicos y con sombras pintadas en la pared. Su influencia fue más allá del género fantástico o de terror, afectando en el cine futuro a nivel mundial.
El expresionismo trata de reflejar a las almas torturadas. En la versión de Drácula de Fiedrich W. Murnau, “Nosferatu” (1922), el monstruo se revela primero mediante su sombra proyectada en la pared y luego sobre el pecho de la protagonista con un gesto que parece arrancarle el corazón. La actuación de Max Schreck y la ambientación fueron los principales factores de su éxito.
Fritz Lang también contribuyó a esta corriente expresionista. “M, el vampiro de Dusseldorf” o “El vampiro negro” (“M”, 1931) y “El testamento del doctor Mubase” (“Das Testament des Dr. Mabuse”, 1933) pertenecen a una etapa posterior, más cercana a la realidad, con monstruos menos fantásticos pero igualmente inquietantes, como asesinos psicópatas o genios enloquecidos con ansias de dominar al mundo.
Otro de los filmes clave de la época es “Metropolis” (1927), también de Lang, una oscura parábola futurista en donde los humanos se convierten en robots dominados por máquinas. Con decorados colosales y barrocos, imágenes de multitudes estilizadas geométricamente hacen de esta película una de las producciones más perdurables de esta época.
Para 1928 el creciente poder de Hitler y la pujanza de Norteamérica eran razones suficientes para el éxodo que comenzaron estos realizadores, dejando a Alemania sin referentes de su creación cinematográfica.
La revolución soviética
El cine ruso tuvo dos etapas: la zarista (1896-1917) donde el país es invadido con producciones extranjeras y el país sólo produce films inspirados en su literatura o historia, como “Boris Godunov” o “El fin de Ivan el terrible” de Goncharov; y la segunda etapa comienza con Lenin luego de la revolución.
Considerado el padre del cine soviético, la consigna de Lenin era la de utilizar al cine como arma de propaganda, por lo que los directores tuvieron que exprimir la capacidad expresiva del cine para dirigirse a un pueblo mayormente analfabeto, orientándose al montaje como instrumento de expresión. La consigna del régimen era la exaltación del trabajo y del obrero.
Quien consiguió hacer trascender al cine soviético fue Serguei Mijailovich Eisenstein con su obra maestra, “El acorazado Potemkin” ("Bronenosets Potyomkin" , 1925). Basada en un hecho histórico, el argumento es sencillo: la tripulación del acorazado Potemkin, descontenta por la comida en mal estado, se amotina el 14 de junio de 1905 y enarbola la bandera roja. El pueblo de Odessa, donde el barco está atracado, se suma al amotinamiento y es reprimido ferozmente por el ejército zarista. El Potemkin, desobedeciendo órdenes superiores, abandona el puerto ante la pasividad del resto de la flota, que no abre fuego contra él.
La gran novedad del film fue que prescindía de estudios, maquillajes, escenografías y casi de actores, al convertir a las masas en el único héroe de la película. Eisenstein empleó dos colectivos, el acorazado y la ciudad, y de su interacción surge el drama. El director buscaba principalmente crear un efecto ideológico en el público para solidarizarlo con la revolución.
Cine puro en su más alta expresión, casi un poema visual, cuenta con una de las más célebres escenas de la historia del cine: los soldados atacan violentamente a los habitantes de Odessa, que han acudido al puerto para saludar a los rebeldes, en unas escaleras. La secuencia es una sobrecogedora coreografía de imágenes de casi ocho minutos de duración, donde el tiempo se dilata con cada detalle de la matanza. Uno de los momentos más impactantes es la interminable caída de un cochecito de bebé tras haber sido asesinada su madre de un disparo.
Es fundamental su aportación teórica, como su hipótesis sobre el «montaje de atracciones», según el cual sumando dos imágenes distintas se obtiene un significado nuevo y creó un poderoso lenguaje que llega al espectador.
A pesar de haberse inspirado para sus teorías en la película Intolerancia de Griffith, Eisenstein derivará sus teorías sobre el montaje del estudio de los ideogramas japoneses, en los que dos nociones yuxtapuestas conforman una tercera, como por ejemplo: ojo + agua = llanto; puerta + oreja = escuchar; boca + perro = ladrar. Creará así el montaje de atracciones, pues consideraba este acoplamiento de imágenes como el método más importante en la construcción de una película, muy por sobre la puesta en escena o el ángulo de la cámara. Para él, los sucesos representados en cada plano no son efectivos aisladamente y sólo adquieren el efecto buscado cuando están unidos, asociados entre sí. Esta sorpresiva conexión tenía como objetivo despertar al espectador de su posición pasiva, provocar en él una determinada reflexión y así establecer la ansiada conciencia social en el espectador.
Desde un punto de vista contemporáneo, todo esto suena demasiado básico. Pero hace noventa años significó una verdadera revolución, un salto teórico y práctico gigantesco. Hasta entonces, el montaje sólo era considerado en función del argumento. A partir de esta teoría se comenzó a incluir al montaje como parte esencial del lenguaje cinematográfico y herramienta dialéctica en la construcción de una película.
Las teorías de Eisenstein parten de la observación directa y fría de la realidad: el actor será dirigido como un elemento más, casi un objeto, dentro del complejo engranaje que es una película. Lejos del psicologismo empleado por Stanislavski y del sentimentalismo de Pudovkin, se convirtió en el maestro de los rostros, las anatomías, las máquinas.
Sus siguientes películas mudas, “Octubre” (“Oktyabr”, 1928) y “Lo viejo y lo nuevo” (“Staroye i novoye”, 1929) (también conocida como La línea general), no alcanzaron ni la fama ni la calidad de “El acorazado…”. La primera fue mutilada por la censura, quien, entre otras cosas, eliminó toda escena en la que apareciera Trostki –aunque algunos consideran que él mismo quitó las imágenes– y la segunda, buscando ser un canto a la revolución pacífica del campo tomó un tono demasiado didáctico, lo que malogró el proyecto.
Otra gran figura del cine soviético fue Vsevolod Pudovkin. Poeta de la imagen, rival estético de Einsenstein, también siguió la tradición del montaje como principal recurso, pero puso especial cuidado en la construcción de los guiones. Sólidos y elaborados, son conocidos como “guiones de hierro”, en donde nada queda librado al azar y se los sigue rigurosamente, llegando a dibujar cada plano antes de filmar.
Poeta de la analogía, se inclinó por los héroes individuales y utilizó el análisis psicológico de sus personajes. Sus temas giran en torno a la toma de conciencia política de los protagonistas. En “La madre” (“Mat”, 1926), adaptación de la novela de Máximo Gorki, narra la conversión de los ideales de una madre que atraída por las nuevas ideas de su hijo muere en una protesta antizarista. Este film forma parte de una trilogía ideológica junto a “El fin de San Petersburgo” (“Konets Sankt-Peterburga”, 1927) y “Tempestad sobre Asia” (“Potomok Chingis-Khana”, 1928).
Dziga Vertov es uno de los fundadores de un núcleo documentalista llamado “Kino-Glaz” (Cine-Ojo) que abogaba por la supresión de actores, escenarios y otros artificios. Lo único permitido era el montaje y el comentario sobre lo que se veía. Había que ir al objeto o a la persona rigurosamente. Las principales obras son “Historia de un trozo de pan” y “El hombre de la cámara” (“Chelovek s kino-apparatom” ,1929), claros antecedentes del cinema verité de los años ’60.
El hecho que Vertov filmase desde ángulos rebuscados, no parecidos a la visión común del espectador sobre la vida diaria, demuestra su alto nivel de conciencia respecto al medio como técnica y no como generador de ilusiones y ficciones. El espectador puede emocionarse al percibir cada cuadro, pero debe estar conciente de que es una representación de la realidad capturada por una cámara. De hecho, El hombre de la cámara, es una muestra suficiente de su gusto por la materia detrás de la ilusión cinematográfica.
León Kuleshov planteó una teoría en donde se suprimía a la figura individualista del actor. El verdadero actor era la masa, el pueblo. Esto, claro, fue recibido favorablemente por el gobierno.
En 1920 nace el llamado Laboratorio, una sección especial dentro del Instituto Cinematográfico, donde Kuleshov trabajó con un grupo restringido de estudiantes. Hasta 1924, el Laboratorio trabajó casi exclusivamente en nuevos experimentos sobre el montaje, en la realización de los llamados films sin película y en la puesta a punto de nuevos métodos de trabajo del actor.
Kuleshov dio trascendencia única al montaje y lo demostró con una experiencia hoy célebre, conocida como “el efecto Kuleshov”. Colocó el rostro del famoso actor de cine ruso del momento, Iván Mosjovkin, ante tres imágenes distintas (un plato de sopa, una niña y una muerta). A los alumnos con los que probó les preguntó qué sensación les transmitía el rostro del personaje (hambre, amor y angustia respectivamente, a pesar de que la imagen del rostro era siempre la misma, exactamente la misma). Como primera conclusión se deduce que lo importante no es tanto el contenido de esos planos, sino la manera de combinar éstos. La segunda conclusión es que es posible, que gracias a la combinación de dos planos para los que no se da un plano de situación que el espectador crea que esos dos planos han sido rodados en un mismo espacio. De ahí saca Kuleschov su idea de la magia del cine y de la capacidad del público de ser engañado.
“El efecto Kuleschov puede definirse como cualquier serie de planos que en ausencia de un plano de situación lleve al espectador a deducir todo el espacio a partir de la visión solamente de porciones de ese espacio”. Como conclusión a todo ello, Kuleschov es el primero en teorizar este aspecto de la narración cinematográfica dentro de una película. Cada plano hay que entenderlo como un signo, como una letra. Y debe dárseles una coherencia para que unidos, formen palabras, frases y párrafos.
Este cine soviético de vanguardia aunque de incuestionable calidad, no tuvo gran suceso comercial, principalmente debido a que los intelectuales del país habían huido o sido fusilados.
Para 1921 no había una sala funcionando en Moscú. A fines de ese año se abrió una con gran éxito, estimulando a la industria, además de importar filmes extranjeros y provocando que para 1923 hubieran abierto 89 salas más. Había libertad y estímulo para producir películas, siempre y cuando reflejaran la ideología oficial. A partir de 1924, bajo el gobierno de Stalin, los controles se volverán más rígidos y muchas películas terminaran cortadas, re-montadas o directamente prohibidas.
Lic. Diana Lombardo
E-mail: dlombardo74@gmail.com
viernes, 25 de noviembre de 2011
jueves, 24 de noviembre de 2011
La lista de Schindler
(Schindler’s list)
En 1982, el escritor australiano Thomas Kenneally publicó su novela “El arca de Schindler”, biografía de un industrial alemán que salvó la vida de miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Conocido vividor y mujeriego, Schindler burló a los altos mandos de la SS reclutando a centenares de judíos para sus fábricas en Cracovia. De este modo, además de mantener sus fábricas funcionando a pleno logró mantener con vida y unidas a numerosas familias.
La liberación de Alemania por parte de los aliados que le acusaron de colaborador de los nazis, le forzó a exiliarse en Argentina donde vivió con su mujer hasta 1957, año en que decidió abandonarla y regresar a Alemania. Falleció en 1974, siendo enterrado en Jerusalén.
El mismo año de la publicación de la novela, la Universal adquirió los derechos de la novela, pero la extensión de la obra y la crudeza en la descripción de los detalles acobardaron a los directivos que pospusieron su conversión a largometraje. Siete años después, Spielberg acuerda convertirse en productor del film, dejando la dirección a Martin Scorsese quien convoca como guionista a Steve Zaillian. Por aquel entonces, Spielberg preparaba la adaptación de Cabo de miedo (Cape’s Fear, 1990) y de repente se intercambiaron los roles, dejando a Scorsese a cargo de la dirección de Cabo de miedo y a Spielberg con “La lista…”.
Acabado el rodaje de “Jurassic Park”, Spielberg da a conocer el reparto: Liam Neeson, Ben Kingsley, Ralph Fiennes y Caroline Goodall. Con excepción de Kingsley, recordador por su papel en “Ghandi”, el resto era prácticamente desconocido.
Con un presupuesto de 22 millones de dólares, La lista de Schindler iniciaba el rodaje en Polonia con la presencia de 210 técnicos, 126 actores secundarios y 30.000 extras (algunos de los cuales fueron sobrevivientes de la barbarie nazi), que trabajaron en 148 decorados construidos expresamente para la película, entre los que se destaca la réplica exacta del campo de concentración de Auschwitz, en el que no pudieron filmar debido a un veto impuesto por el Congreso Mundial Judío, que lo considera tierra sagrada.
Al tiempo que comenzaba a filmar la película, Spielberg supervisaba desde Cracovia, la postproducción de “Jurassic Park”, encomendada a George Lucas. Su gente seguía montando la película y el supervisaba los trabajos a través de envíos diarios que le hacían vía satélite (internet no era una opción por esos años).
Oskar Schindler, un empresario alemán, vividor y especialista en relaciones públicas, vivió en la Polonia ocupada por los nazis durante la segunda Guerra mundial. Cuando se inició la persecución contra los judíos, con la creación de los guetos y la deportación a los campos de exterminio, Schindler montó una fábrica de material de cocina destinado a las tropas alemanas, con mano de obra esclava de los judíos. Trabajar para Schindler se convirtió en una especie de salvoconducto para librarse del holocausto. Poco a poco, los horrores que presenció le hicieron tomar conciencia de la situación y defender a sus trabajadores hasta las últimas consecuencias.
Spielberg se basa en una historia real – el verdadero Oskar Schindler está enterrado en la colina de Sión, en Israel, con todos los honores- para realizar una película definitiva sobre el holocausto. Para ello se valió de un personaje ambiguo, un empresario ambicioso que se aprovecha de la situación, pero cuyo ventajismo provoca un bien.
Esta película ha sido una vieja aspiración del director, quien durante años recogió testimonios de sobrevivientes para documentar la historia. Con “La lista de Schindler” Spielberg realizó uno de los proyectos más personales y consiguió, por fin, el reconocimiento de la Academia de Artes de Hollywood, que premió su película con siete Oscars, incluido el de mejor director.
Spielberg se apartó de la comercialidad, para lo cual rodó en blanco y negro y describió la persecución contra los judíos con un realismo atroz en determinados momentos, casi en un tono documental (con el uso de cámara en mano, además) fotografiado bajo la magistral mano de Janusz Kaminski. El uso del color es empleado en contadas situaciones, en especial para identificar a una niña del grupo de judíos que llega a un campo de concentración y hacer de ella el símbolo que resume lo que le sucedió a millones de personas.
La banda sonora también aporta su cuota de dramatismo, con las melancólicas melodías creadas por John Williams y los solos maravillosos del desgarrador violín de Itzhak Perlman. No hay banda sonora más triste y conmovedora que ésta.
La personalidad de Schindler recibe el tratamiento muy ambiguo. Su evolución, desde unos momentos en los que se aprovecha de las facilidades de la contratación de la mano de obra hebrea para su beneficio personal, hasta la toma de conciencia y su defensa de los obreros de la fábrica para conseguir evitarles la barbarie nazi, no queda clara. El film parece inclinarse por su incontenible horror ante los asesinatos caprichosos de Goeth y por las consecuencias de su amistad con el capataz y contador Itzhak Stern, interpretado por Ben Kingsley.
Sea como fuere, la historia nos cuenta que Schindler embarcó para Argentina en 1949 y regresó diez años más tarde a Alemania.
El film se apoya en un guión bien construido de Steve Zaillian (En busca de Bobby Fisher) adaptación de una obra de Thomas Keneally. Spielberg despliega su capacidad y extrae la máxima intensidad del terror y el patetismo existencial que transmite la obra de Keneally –los judíos polacos podían ser asesinados en el momento que se le antojara al director del campo de trabajo (Ralph Fiennes). Se complementa y a la vez se contrapesa por su capacidad para explotar el glamour del poder absoluto y la gran vida de los círculos nazis.
Es significativo que cada registro emocional vaya acompañado, generalmente, de un estilo cinematográfico diferente: la eficaz encarnación que Liam Neeson hace de Schindler funciona como hilo que nos conduce a los nazis, y la sutil actuación de Ben Kingsley, que hace de contador judío, su mano derecha y su conciencia silenciosa, nos acerca a los judíos polacos. Spielberg hace un trabajo extraordinario que mantiene nuestro interés durante 185 minutos y nos muestra más de las dificultades del Holocausto de lo que suelen hacer las cintas de ficción.
En la secuencia en la que los oficiales nazis hacen correr a los prisioneros desnudos hasta la extenuación, para discernir cuáles eran los saludables que permanecerían en el campo de Appelplatz y cuáles irían a Auschwitz, Spielberg se apoyó en consejos de algunos de los sobrevivientes que contaron cómo se coloreaban las mejillas con su propia sangre para parecer más saludables.
Lo que por desgracia falta son muchos de los elementos más fascinantes de la historia de la vida real que no encajan en el panorama piadoso y patriarcal de Spielberg y, por lo tanto, se distorsiona el relato: como por ejemplo, el papel predominante de Emilie, la esposa de Schindler, que salva las vidas de los judíos después de que él vuelva a vivir con ella, mientras monta una fábrica de municiones falsa en Moravia, o el hecho de que continuara engañándola con otras mujeres. Uno también se pregunta cómo se las habría arreglado Spielberg con los sobornos que fueron necesarios para que muchos de los judíos polacos entraran a formar parte de la lista de Schindler y, así, sobrevivieran. No obstante, si hubiera utilizado este tipo de material, es probable que la película hubiera perdido parte de su claridad moral, aun cuando ganara en complejidad.
FICHA TÉCNICA
Título: La lista de Schindler
Título original: Schindler’s List
Año: 1993
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Steve Zaillian, basado en el libro de Thomas Keneally
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: John Williams
Edición: Michael Kahn
Intérpretes principales:
Liam Neeson ... Oskar Schindler
Ben Kingsley ... Itzhak Stern
Ralph Fiennes ... Amon Goeth
Caroline Goodall ... Emilie Schindler
Jonathan Sagall ... Poldek Pfefferberg
Embeth Davidtz ... Helen Hirsch
Muestras de la banda sonora:
Clip de “La lista de Schindler”:
Solo de violín de Itzhak Perlman:
Lic. Diana Lombardo
E-mail: dlombardo74@gmail.com
En 1982, el escritor australiano Thomas Kenneally publicó su novela “El arca de Schindler”, biografía de un industrial alemán que salvó la vida de miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Conocido vividor y mujeriego, Schindler burló a los altos mandos de la SS reclutando a centenares de judíos para sus fábricas en Cracovia. De este modo, además de mantener sus fábricas funcionando a pleno logró mantener con vida y unidas a numerosas familias.
La liberación de Alemania por parte de los aliados que le acusaron de colaborador de los nazis, le forzó a exiliarse en Argentina donde vivió con su mujer hasta 1957, año en que decidió abandonarla y regresar a Alemania. Falleció en 1974, siendo enterrado en Jerusalén.
El mismo año de la publicación de la novela, la Universal adquirió los derechos de la novela, pero la extensión de la obra y la crudeza en la descripción de los detalles acobardaron a los directivos que pospusieron su conversión a largometraje. Siete años después, Spielberg acuerda convertirse en productor del film, dejando la dirección a Martin Scorsese quien convoca como guionista a Steve Zaillian. Por aquel entonces, Spielberg preparaba la adaptación de Cabo de miedo (Cape’s Fear, 1990) y de repente se intercambiaron los roles, dejando a Scorsese a cargo de la dirección de Cabo de miedo y a Spielberg con “La lista…”.
Acabado el rodaje de “Jurassic Park”, Spielberg da a conocer el reparto: Liam Neeson, Ben Kingsley, Ralph Fiennes y Caroline Goodall. Con excepción de Kingsley, recordador por su papel en “Ghandi”, el resto era prácticamente desconocido.
Liam Neeson |
Ben Kingsley |
Ralph Fiennes |
Caroline Goodall |
Con un presupuesto de 22 millones de dólares, La lista de Schindler iniciaba el rodaje en Polonia con la presencia de 210 técnicos, 126 actores secundarios y 30.000 extras (algunos de los cuales fueron sobrevivientes de la barbarie nazi), que trabajaron en 148 decorados construidos expresamente para la película, entre los que se destaca la réplica exacta del campo de concentración de Auschwitz, en el que no pudieron filmar debido a un veto impuesto por el Congreso Mundial Judío, que lo considera tierra sagrada.
Al tiempo que comenzaba a filmar la película, Spielberg supervisaba desde Cracovia, la postproducción de “Jurassic Park”, encomendada a George Lucas. Su gente seguía montando la película y el supervisaba los trabajos a través de envíos diarios que le hacían vía satélite (internet no era una opción por esos años).
Oskar Schindler, un empresario alemán, vividor y especialista en relaciones públicas, vivió en la Polonia ocupada por los nazis durante la segunda Guerra mundial. Cuando se inició la persecución contra los judíos, con la creación de los guetos y la deportación a los campos de exterminio, Schindler montó una fábrica de material de cocina destinado a las tropas alemanas, con mano de obra esclava de los judíos. Trabajar para Schindler se convirtió en una especie de salvoconducto para librarse del holocausto. Poco a poco, los horrores que presenció le hicieron tomar conciencia de la situación y defender a sus trabajadores hasta las últimas consecuencias.
Spielberg se basa en una historia real – el verdadero Oskar Schindler está enterrado en la colina de Sión, en Israel, con todos los honores- para realizar una película definitiva sobre el holocausto. Para ello se valió de un personaje ambiguo, un empresario ambicioso que se aprovecha de la situación, pero cuyo ventajismo provoca un bien.
Esta película ha sido una vieja aspiración del director, quien durante años recogió testimonios de sobrevivientes para documentar la historia. Con “La lista de Schindler” Spielberg realizó uno de los proyectos más personales y consiguió, por fin, el reconocimiento de la Academia de Artes de Hollywood, que premió su película con siete Oscars, incluido el de mejor director.
Spielberg se apartó de la comercialidad, para lo cual rodó en blanco y negro y describió la persecución contra los judíos con un realismo atroz en determinados momentos, casi en un tono documental (con el uso de cámara en mano, además) fotografiado bajo la magistral mano de Janusz Kaminski. El uso del color es empleado en contadas situaciones, en especial para identificar a una niña del grupo de judíos que llega a un campo de concentración y hacer de ella el símbolo que resume lo que le sucedió a millones de personas.
La banda sonora también aporta su cuota de dramatismo, con las melancólicas melodías creadas por John Williams y los solos maravillosos del desgarrador violín de Itzhak Perlman. No hay banda sonora más triste y conmovedora que ésta.
La personalidad de Schindler recibe el tratamiento muy ambiguo. Su evolución, desde unos momentos en los que se aprovecha de las facilidades de la contratación de la mano de obra hebrea para su beneficio personal, hasta la toma de conciencia y su defensa de los obreros de la fábrica para conseguir evitarles la barbarie nazi, no queda clara. El film parece inclinarse por su incontenible horror ante los asesinatos caprichosos de Goeth y por las consecuencias de su amistad con el capataz y contador Itzhak Stern, interpretado por Ben Kingsley.
Sea como fuere, la historia nos cuenta que Schindler embarcó para Argentina en 1949 y regresó diez años más tarde a Alemania.
El film se apoya en un guión bien construido de Steve Zaillian (En busca de Bobby Fisher) adaptación de una obra de Thomas Keneally. Spielberg despliega su capacidad y extrae la máxima intensidad del terror y el patetismo existencial que transmite la obra de Keneally –los judíos polacos podían ser asesinados en el momento que se le antojara al director del campo de trabajo (Ralph Fiennes). Se complementa y a la vez se contrapesa por su capacidad para explotar el glamour del poder absoluto y la gran vida de los círculos nazis.
Es significativo que cada registro emocional vaya acompañado, generalmente, de un estilo cinematográfico diferente: la eficaz encarnación que Liam Neeson hace de Schindler funciona como hilo que nos conduce a los nazis, y la sutil actuación de Ben Kingsley, que hace de contador judío, su mano derecha y su conciencia silenciosa, nos acerca a los judíos polacos. Spielberg hace un trabajo extraordinario que mantiene nuestro interés durante 185 minutos y nos muestra más de las dificultades del Holocausto de lo que suelen hacer las cintas de ficción.
En la secuencia en la que los oficiales nazis hacen correr a los prisioneros desnudos hasta la extenuación, para discernir cuáles eran los saludables que permanecerían en el campo de Appelplatz y cuáles irían a Auschwitz, Spielberg se apoyó en consejos de algunos de los sobrevivientes que contaron cómo se coloreaban las mejillas con su propia sangre para parecer más saludables.
Lo que por desgracia falta son muchos de los elementos más fascinantes de la historia de la vida real que no encajan en el panorama piadoso y patriarcal de Spielberg y, por lo tanto, se distorsiona el relato: como por ejemplo, el papel predominante de Emilie, la esposa de Schindler, que salva las vidas de los judíos después de que él vuelva a vivir con ella, mientras monta una fábrica de municiones falsa en Moravia, o el hecho de que continuara engañándola con otras mujeres. Uno también se pregunta cómo se las habría arreglado Spielberg con los sobornos que fueron necesarios para que muchos de los judíos polacos entraran a formar parte de la lista de Schindler y, así, sobrevivieran. No obstante, si hubiera utilizado este tipo de material, es probable que la película hubiera perdido parte de su claridad moral, aun cuando ganara en complejidad.
FICHA TÉCNICA
Título: La lista de Schindler
Título original: Schindler’s List
Año: 1993
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Steve Zaillian, basado en el libro de Thomas Keneally
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: John Williams
Edición: Michael Kahn
Intérpretes principales:
Liam Neeson ... Oskar Schindler
Ben Kingsley ... Itzhak Stern
Ralph Fiennes ... Amon Goeth
Caroline Goodall ... Emilie Schindler
Jonathan Sagall ... Poldek Pfefferberg
Embeth Davidtz ... Helen Hirsch
Muestras de la banda sonora:
Clip de “La lista de Schindler”:
Solo de violín de Itzhak Perlman:
Lic. Diana Lombardo
E-mail: dlombardo74@gmail.com
viernes, 14 de octubre de 2011
127 Horas
Es un relato dramático que se centra en un hombre llamado Nolle, figura del alpinista Aron Ralston. Este aventurero iba con su bicicleta de montaña surcando un cañón situado al sureste de Utah, en Estados Unidos.
Nolle se ve envuelto en una verdadera y llamativa aventura, mientras se encontraba de escalada en un cañón aislado del mundo al sureste de Utah, al frustarse el intento de escalarlo cuando resbaló y cayó a una cueva con una roca atrapándole el brazo.
Las únicas que podrían saber dónde se encontraba el aventurero eran dos jóvenes -aventureras también- que pasaron un rato con él mientras se tiraban a una cueva llena de agua por túneles antes de que se fueran siguiendo el camino que llevaban las chicas.
El aventurero contaba con las cosas necesarias para sobrevivir en esa aventura sin saber que iba a caer al foso, por lo que atrapado con una cantimplora, una navaja multiusos y una cámara de vídeo, entre otras cosas. Nolle logra aguantar con el antebrazo atrapado 127 horas, que son cerca de cinco días, hasta que decide amputarse el brazo y salir de ahí, pensando que en el lugar donde se encontraba no sería rescatado jamás.
Año del estreno: 2010
Tiempo: 93 minutos.
Género: Drama, aventuras.
Director/es: Danny Boyle
Compositor/es: A.R. Rahman
Guionista/s: Simon Beaufoy, Danny Boyle (Libro de Aron Ralston)
Productora/s: Cloud Eight Films, Everest Entertainment, Darlow Smithson Productions, Pathé.
Nacionalidad: Reino Unido
Recomendación: No recomendable para menores de 13 años.
Aporte de
Sonia del Álamo, Madrid, España
Contacto: webs.amigas.8@gmail.com
Nolle se ve envuelto en una verdadera y llamativa aventura, mientras se encontraba de escalada en un cañón aislado del mundo al sureste de Utah, al frustarse el intento de escalarlo cuando resbaló y cayó a una cueva con una roca atrapándole el brazo.
Las únicas que podrían saber dónde se encontraba el aventurero eran dos jóvenes -aventureras también- que pasaron un rato con él mientras se tiraban a una cueva llena de agua por túneles antes de que se fueran siguiendo el camino que llevaban las chicas.
El aventurero contaba con las cosas necesarias para sobrevivir en esa aventura sin saber que iba a caer al foso, por lo que atrapado con una cantimplora, una navaja multiusos y una cámara de vídeo, entre otras cosas. Nolle logra aguantar con el antebrazo atrapado 127 horas, que son cerca de cinco días, hasta que decide amputarse el brazo y salir de ahí, pensando que en el lugar donde se encontraba no sería rescatado jamás.
Año del estreno: 2010
Tiempo: 93 minutos.
Género: Drama, aventuras.
Director/es: Danny Boyle
Compositor/es: A.R. Rahman
Guionista/s: Simon Beaufoy, Danny Boyle (Libro de Aron Ralston)
Productora/s: Cloud Eight Films, Everest Entertainment, Darlow Smithson Productions, Pathé.
Nacionalidad: Reino Unido
Recomendación: No recomendable para menores de 13 años.
Aporte de
Sonia del Álamo, Madrid, España
Contacto: webs.amigas.8@gmail.com
lunes, 19 de septiembre de 2011
Batman inicia (Batman Begins) – 2005
James Newton Howard y Hans Zimmer
El director Christopher Nolan ha sacado al personaje encapuchado de los mundos góticos, para ponerlo en un mundo más real, para explorar la psiquis de un hombre que decide vestirse de murciélago para atrapar criminales.
Lógico es que la música presente un planteo totalmente distinto al de las bandas de Danny Elfman, responsable de las dos primeras entregas, dirigidas por Tim Burton. El estilo de Elfman, con las orquestaciones que acompañaban, cambió el sonido de las películas basadas en comics y presentó un score oscuro, gótico, cuyo tema se podía tararear después de haberlo oído la primera vez. Elliot Goldenthal, responsable de la música de la tercera y cuarta entrega, si bien utilizó bronces que alivianaron el score, mantuvo bastante lo creado por Elfman. Ambos se cuidaron de tener subtemas distintivos para los villanos así como un ambiente estructurado en toda la banda.
En Batman Begins todo es diferente. James Newton Howard y Hans Zimmer se centraron en la idea clave del film: el miedo y la relación de Batman con él, además de su complejidad como personaje. Este no es el Batman triunfador de la primera película, es el Batman temeroso, asolado por la culpa que recién empieza su cruzada y eso se refleja en la música.
Para la primera mitad del álbum, este es el tratamiento base de la banda sonora: establecer el ambiente. Sólo hay un indicio de acción que aparecerá en la segunda parte.
Todos los tracks tienen nombres latinos de distintas especies de murciélagos. El álbum comienza con “Verspertilio”, una pieza con mucha percusión que utiliza sonidos para simular a un murciélago gigante moviendo sus alas. (Esto se repetirá en varias partes de la banda.) En la mitad de este tema, un acorde de bronces de dos notas subiendo y bajando marcará el tema central, que surgirá completamente orquestado en “Barbastella”, aproximadamente en el minuto 4.
El tema central del film es el miedo. “Artibeus” y “Tadarida” contiene momentos que parecen pertencer a una película de terror, reflejando este miedo al que hacemos referencia. Susurros y ambientes oscuros abruman mientras frenéticas cuerdas surgen de improviso para terminar de alterarnos. Estos momentos de terror se aprecian cuando “The Scarecrow” hace de las suyas en la pantalla.
Si bien la película se considera “de acción”, no es una banda sonora típica de estos films. Las escenas de ataque de murciélagos son tratadas con caóticas cuerdas. “Myotis” es el primer track que introduce acción, a la vez que nos deja oír por primera vez el tema principal de Batman, una progresión de dos notas alternando rítmicamente cuerdas reales y electrónicas.
La acción regresa en “Antrozous” y en “Molossus”. En este último, probablemente el mejor tema de acción de la banda, una vez que comienza, no decae y se destaca como un gran tema.
Se usó más tecnología para crear sonidos que una simple orquestación, para reflejar justamente todos los aparatos y tecnología que emplea Batman. Si bien se usan cellos y otros instrumentos para orquestar, el clima realmente oscuro lo dan los instrumentos electrónicos, que aparecen más notablemente para representar el aleteo de las alas del murciélago –al principio y al fin de la película– y durante el escape de Wayne de su lugar de entrenamiento y durante la pelea del monorraíl.
Los temas más sensibles dedicados al interés amoroso y a Alfred, así como los flashbacks de la infancia de Wayne son tratados con un suave subtema en piano. El punto fuerte de este álbum es la representación del aspecto psicológico de la historia, funcionando de maravillas en el contexto de la película, complementándola. Quizás por esto, la banda se disfruta más luego de ver el film.
La colaboración de los dos artistas, Zimmer y Newton Howard funciona muy bien, ya que han conseguido realmente trabajar juntos en cada track, y no tener un tema cada uno o una poción de la banda que se diferencie como de uno u otro. El score es fluido, aunque quizás el resultado final se acerque más al estilo de las obras de Zimmer.
Título: Batman Begins
Año: 2005
Sello discográfico: Warner Sunset Records
Compositores y productores: Hans Zimmer, James Newton Howard
Música adicional: Ramin Djawadi, Mel Wesson
Temas:
• 1. Vespertilio (2:52)
• 2. Eptesicus (4:20)
• 3. Myotis (5:46)
• 4. Barbastella (4:45)
• 5. Artibeus (4:19)
• 6. Tadarida (5:05)
• 7. Marcrotus (7:35)
• 8. Antrozous (3:59)
• 9. Nycteris (4:25)
• 10. Molossus (4:49)
• 11. Corynorhinus (5:04)
• 12. Lasiurus (7:27)
Para oír:
Vespertilio
http://www.youtube.com/watch?v=2HCMwQ7r2mk
Eptesicus
http://www.youtube.com/watch?v=pajB19UQhM0&NR=1
Antrozous
http://www.youtube.com/watch?v=qUaxX2JK9tg&feature=related
Molossus
http://www.youtube.com/watch?v=zX5AL1etMwk&feature=related
Lic. Diana Lombardo
E-mail: dlombardo74@gmail.com
El director Christopher Nolan ha sacado al personaje encapuchado de los mundos góticos, para ponerlo en un mundo más real, para explorar la psiquis de un hombre que decide vestirse de murciélago para atrapar criminales.
Lógico es que la música presente un planteo totalmente distinto al de las bandas de Danny Elfman, responsable de las dos primeras entregas, dirigidas por Tim Burton. El estilo de Elfman, con las orquestaciones que acompañaban, cambió el sonido de las películas basadas en comics y presentó un score oscuro, gótico, cuyo tema se podía tararear después de haberlo oído la primera vez. Elliot Goldenthal, responsable de la música de la tercera y cuarta entrega, si bien utilizó bronces que alivianaron el score, mantuvo bastante lo creado por Elfman. Ambos se cuidaron de tener subtemas distintivos para los villanos así como un ambiente estructurado en toda la banda.
En Batman Begins todo es diferente. James Newton Howard y Hans Zimmer se centraron en la idea clave del film: el miedo y la relación de Batman con él, además de su complejidad como personaje. Este no es el Batman triunfador de la primera película, es el Batman temeroso, asolado por la culpa que recién empieza su cruzada y eso se refleja en la música.
Para la primera mitad del álbum, este es el tratamiento base de la banda sonora: establecer el ambiente. Sólo hay un indicio de acción que aparecerá en la segunda parte.
Todos los tracks tienen nombres latinos de distintas especies de murciélagos. El álbum comienza con “Verspertilio”, una pieza con mucha percusión que utiliza sonidos para simular a un murciélago gigante moviendo sus alas. (Esto se repetirá en varias partes de la banda.) En la mitad de este tema, un acorde de bronces de dos notas subiendo y bajando marcará el tema central, que surgirá completamente orquestado en “Barbastella”, aproximadamente en el minuto 4.
El tema central del film es el miedo. “Artibeus” y “Tadarida” contiene momentos que parecen pertencer a una película de terror, reflejando este miedo al que hacemos referencia. Susurros y ambientes oscuros abruman mientras frenéticas cuerdas surgen de improviso para terminar de alterarnos. Estos momentos de terror se aprecian cuando “The Scarecrow” hace de las suyas en la pantalla.
Si bien la película se considera “de acción”, no es una banda sonora típica de estos films. Las escenas de ataque de murciélagos son tratadas con caóticas cuerdas. “Myotis” es el primer track que introduce acción, a la vez que nos deja oír por primera vez el tema principal de Batman, una progresión de dos notas alternando rítmicamente cuerdas reales y electrónicas.
La acción regresa en “Antrozous” y en “Molossus”. En este último, probablemente el mejor tema de acción de la banda, una vez que comienza, no decae y se destaca como un gran tema.
Se usó más tecnología para crear sonidos que una simple orquestación, para reflejar justamente todos los aparatos y tecnología que emplea Batman. Si bien se usan cellos y otros instrumentos para orquestar, el clima realmente oscuro lo dan los instrumentos electrónicos, que aparecen más notablemente para representar el aleteo de las alas del murciélago –al principio y al fin de la película– y durante el escape de Wayne de su lugar de entrenamiento y durante la pelea del monorraíl.
Los temas más sensibles dedicados al interés amoroso y a Alfred, así como los flashbacks de la infancia de Wayne son tratados con un suave subtema en piano. El punto fuerte de este álbum es la representación del aspecto psicológico de la historia, funcionando de maravillas en el contexto de la película, complementándola. Quizás por esto, la banda se disfruta más luego de ver el film.
La colaboración de los dos artistas, Zimmer y Newton Howard funciona muy bien, ya que han conseguido realmente trabajar juntos en cada track, y no tener un tema cada uno o una poción de la banda que se diferencie como de uno u otro. El score es fluido, aunque quizás el resultado final se acerque más al estilo de las obras de Zimmer.
Título: Batman Begins
Año: 2005
Sello discográfico: Warner Sunset Records
Compositores y productores: Hans Zimmer, James Newton Howard
Música adicional: Ramin Djawadi, Mel Wesson
Temas:
• 1. Vespertilio (2:52)
• 2. Eptesicus (4:20)
• 3. Myotis (5:46)
• 4. Barbastella (4:45)
• 5. Artibeus (4:19)
• 6. Tadarida (5:05)
• 7. Marcrotus (7:35)
• 8. Antrozous (3:59)
• 9. Nycteris (4:25)
• 10. Molossus (4:49)
• 11. Corynorhinus (5:04)
• 12. Lasiurus (7:27)
Para oír:
Vespertilio
http://www.youtube.com/watch?v=2HCMwQ7r2mk
Eptesicus
http://www.youtube.com/watch?v=pajB19UQhM0&NR=1
Antrozous
http://www.youtube.com/watch?v=qUaxX2JK9tg&feature=related
Molossus
http://www.youtube.com/watch?v=zX5AL1etMwk&feature=related
Lic. Diana Lombardo
E-mail: dlombardo74@gmail.com
sábado, 17 de septiembre de 2011
Ed Harris (28 de noviembre de 1950)
Ed Harris tiene una intensidad que pocos actores pueden lograr y sus interpretaciones son tan sutiles que para la gente su rostro resulta familiar pero pocos recuerdan su nombre.
Facciones angulares, muy rubio, de intensos ojos azules, rasgos típicamente estadounidenses y frente amplia, Harris es el hombre de la calle, ni alto ni bajo, de buena presencia pero que no desata grandes pasiones.
Su filmografía incluye una lista de grandes interpretaciones que, sin embargo, no le han traído el reconocimiento del público masivo, si bien es admirado por sus pares y ampliamente valorado, hasta el punto de sostener una película él solo. Harris va camino a ser recordado como uno de los grandes actores de carácter del cine norteamericano.
Nacido en la pequeña ciudad de Tenafly, en Nueva Jersey, pronto se mudó a Oklahoma para jugar fútbol americano, pero esta pasión pronto sería opacada por la actuación. A los 25 años se licenció en arte dramático en el California Institute of the Arts e inmediatamente comenzó a trabajar.
De sólida formación teatral, debutó en los escenarios de New York en el año 1983, en una obra de Sam Shepard llamada “Fool for love”, interpretación por la que obtuvo un premio Obie. Más tarde se trasladaría a Los Ángeles para participar de adaptaciones teatrales de “Un tranvía llamado deseo”, “Hamlet”, “Dulce pájaro de juventud” y “Viñas de ira”, en donde se sucedieron los aplausos por su trabajo, además de una candidatura al Tony (el Oscar del teatro) por “Precious son”.
Estos trabajos en el teatro le dieron una especial profundidad en sus interpretaciones que luego trasladó a sus intervenciones cinematográficas. Después de hacerse un nombre como un poderoso intérprete en teatro, y de un par de intervenciones en series de Tv, debutó en el cine en 1978 en “Coma”, dirigida por el novelista Michael Crichton (autor de la novela Jurassic Park) haciendo uno de esos papeles que ni tiene nombre (era el “residente de patología # 2”) y consiguió su primer papel importante, aunque secundario, en 1980 junto a Charles Bronson en “Borderline”. Siguió trabajando en Tv, en apariciones esporádicas.
Un año después, George A. Romero se ubica como su verdadero descubridor en el cine cuando le dio el papel de un motoquero salido de las leyendas del Rey Arturo en “Knightrider”. Romero decidió buscar un actor capaz de representar una imagen deformada del mítico Rey Arturo, soberano de una Camelot de los años setenta convertido en circo ambulante habitado por motoqueros, ángeles del infierno y seguidores entusiastas de las leyendas del Medioevo. Harris cumplió a la perfección con su personaje brindando algo que iba a mantenerse en todos sus posteriores papeles: credibilidad.
A esta película le siguió en 1982 un episodio de “Creepshow”, también dirigida por Romero. Y en el medio participaciones en las series “Chips” y “Los Hart”.
Ed Harris es uno de los héroes de una pieza más completos del cine norteamericano moderno, como demostró encarnando al astronauta John Glenn en “Elegidos para la gloria”, una larga película que fue atractiva para el resto del mundo debido al excelente reparto que tenía, actores siempre prometedores aún en papeles simples o absurdos, es decir, que pertenecen al mismo grupo de Harris. Ahí estaban Sam Shepard, Scott Glenn, Dennis Quaid, Fred Ward, Barbara Hershey, Kim Stanley, Veronica Cartwright, Pamela Reed, Scott Paulin, Charles Frank, Lance Henriksen, Donald Moffat, entre otros.
Basada en la novela de Tom Wolfe del mismo nombre, la película fue alabada por su alcance épico y sus grandes actores; aunque no consiguió dar un espaldarazo definitivo a sus actores, les brindó reconocimiento mundial y Harris comenzó a ser más solicitado para otros trabajos.
A partir de aquí, Ed Harris se convirtió en el “niño mimado” de los críticos, pero no tuvo suerte con sus films. En la década del ’80 parecía que si encabezaba un film, éste no triunfaba. Si bien realizó brillantes y conflictivos papeles, no afectaban a la audiencia. Cuando trabajó como secundario, sin embargo, triunfaba, aunque no necesariamente a nivel económico. Después del carismático marido de Goldie Hawn en "Swing Shift" (1984), Harris hizo una fuerte impresión como un esposo engañoso en “En un lugar del corazón”, junto a Sally Field, Danny Glover y John Malcovich. Aquí conoce a Amy Madigan, con quien se casó antes de encabezar "Alamo Bay" (1985) de Louis Malle.
Su esposa también pertenece a esa rara especie de actores que prefieren seguir gustos personales y realizar obras de teatro o films independientes, alejándose de una carrera comercial. Desde el comienzo Harris intercaló trabajos en televisión con obras de teatro. Luego al hacerse ya un nombre, no perdió esta costumbre de alternar grandes películas en cine con buenas obras de teatro, llegando incluso a rechazar proyectos fílmicos para dedicarse a su primer amor. Esto no le impidió que sus coterráneaos se acostumbraran a verlo en pequeños papeles, sin considerarlo por ello un actor secundario. Más bien se lo cataloga como un primer actor ejerciendo su protagonismo en un segundo plano de la historia. Hay pocos capaces de hacerlo (mejor dicho, de tolerarlo), en general actores de gran trayectoria como Gene Hackman o Michael Caine. Es un difícil ejercicio de equilibrio seguir siendo el mejor en la escena sin robar el protagonismo a la estrella de turno.
Al llegar los ’90 era un reconocido intérprete, sus papeles fueron más consistentes y pronto solidificó su reputación. Fue el problemático veterano, compañero de borrachera de Robert de Niro en “Cicatrices de guerra”, agente de la ley en “Fachada”, militar digno pero equivocado en “La roca”, jefe mafioso irlandés capaz de mandar asesinar a su propio hermano en “Tiro de gracia” o padre sumido en el dolor luego de la violación y asesinato de su hija en “Ojo por ojo”, jefe de control de vuelo en “Apolo XIII”, el creador de “The Truman show”…
Harris también tiene su cuota de personajes basados en la vida real. Además de la biográfica “Pollock”, fue Beethoven en “La pasión de Beethoven”, el ex espía de la CIA, E.Howard Hunt en “Nixon” de Oliver Stone y William Walker, un americano del siglo XIX que se autodesignó presidente de Nicaragua en “Walker”.
Se destaca por su capacidad para hacer cualquier tipo de papel con similares buenos resultados y eficacia. Tiene la capacidad de ejercitarse como actor interpretando a héroes tan castos y puros, pero a la vez tan humanos, como el astronauta John Glenn en “Elegidos…”, como a un asesino tan terrorífico como Blair Sullivan en “Causa justa”. No se puede imaginar películas como “El abismo” sin verlo en su papel de buceador veterano, con problemas, curtido en aventuras, pero a la vez sensible, o “La bahía del odio”, donde su militante del Ku-Klux Klan puede ser simpático al público en ciertos momentos a pesar de sus ideas racistas.
Estos filmes definitivamente no serían lo mismo sin sus personajes. Con “Quédate a mi lado”, volvió a aparecer como la única opción para un personaje que abandona a su familia para caer en brazos de Julia Roberts y enterarse luego que su ex esposa está enferma. Tenía que ser alguien que hiciera lo correcto para todos los involucrados, alguien tan decente que la gente no odiara y mereciera ser feliz junto a Julia Roberts.
Harris hizo su debut detrás de cámaras en el año 2000 dirigiendo “Pollock”, aunque ya tenía experiencia dirigiendo obras de teatro. Este proyecto, que venía preparando desde hacía una década, se concretó como una obra independiente para retratar la vida del pintor impresionista Jackson Pollock, siguiéndolo desde su alcoholismo desesperado hasta el descubrimiento de su estilo y su éxito hasta su vuelta al alcoholismo y muerte en un accidente de autos.
Hábilmente, se rodeó de un grupo de amigos para contar la historia: Marcia Gay Harden fue su esposa, Jennifer Connolly fue la fan con la que Pollock tiene un romance y Amy Madigan fue Peggy Guggenheim, la dueña de la galería en donde se presentó su trabajo por primera vez.
La película fue premiada en el Festival de Venecia del 2000, además de conseguirle un Oscar a Marcia Gay Harden como actriz de reparto y una nominación al Oscar para el propio Harris como actor principal. Sería su tercera nominación. En 1995 lo había sido por “Apolo XIII” y en 1999 por “The Truman show”, en ambos casos como actor secundario.
Es un actor tan sensitivo, valiente y fuerte que se animó a participar en un film rodeado de uno de los repartos femeninos más impresionantes de los últimos años sin desaparecer entre ellas. Así, en 2002, se reunió con Judi Dench, Nicole Kidman, Julianne Moore, Meryl Streep, Miranda Richardson, Toni Collette y Eileen Atkins para interpretar a un escritor muriendo de Sida en "Las horas". Era el único capaz de tener una presencia actoral y gran dignidad humana como para convencer pero sin necesidad de acaparar la atención en cada escena. En este film vuelve a entregar una impresionante actuación mientras su personaje lucha con la enfermedad, sus relaciones con mujeres cruciales en su vida y sus razones para seguir viviendo; conociendo que el fin está cerca y temiendo la pérdida de la dignidad, toma una decisión en una de las escenas más conmovedoras e impactantes del cine, lo que le valió su justa y merecida tercera nominación para un Oscar como actor de reparto.
También de este año es “Una mente brillante”, en donde interpreta a un oscuro agente secreto que pretende que el personaje de Russell Crowe, el matemático John Nash, lo ayude a descifrar un código secreto durante la Guerra Fría.
Al año siguiente se lo ve como el abusivo ex esposo de Nicole Kidman en el rol secundario en “La piel del deseo” (también conocida como “La mancha humana”) (2003) y en “Me llaman Radio” como un entrenador de football americano que apuesta por la integración de un retrasado mental a su equipo.
Vuelve a hacerse evidente el inmenso rango que Harris maneja para ser creíble en los buenos hombres de “Quédate a mi lado” y “Eligiendo mamá” como en las bestias de “Causa justa” y “La piel del deseo”.
Después de participar en la miniserie de HBO “Empire Falls”, aparece con toda su potencia en “Una historia violenta”, de David Cronenberg, en 2005, jugando una amenazante y oscura figura que acecha al protagonista interpretado por Viggo Mortensen. Su perfecta mezcla de amenaza y humor es uno de los destaques de un film tenso.
En 2008 vuelve a dirigir, en este caso un western en donde un Marshall de los Estados Unidos debe limpiar la ciudad de New México después que una banda asesinó al sheriff anterior. Acompañado otra vez por Viggo Mortensen realizó “Entre la vida y la muerte” (Apaloosa).
Pero si hay una palabra que defina a este actor es "impredecible". Además de los personajes ya citados fue: mercenario en “Bajo fuego”, pescador en “La bahía del odio”, francotirador alemán en “Enemigo al acecho”, y un policía en “Desapareció una noche”, además de ser el antagonista de Nicolas Cage en “La leyenda del tesoro perdido 2: El libro de los secretos”. Otro detalle para resaltar es que siempre está alternando su carrera cinematográfica con el teatro, siempre siguiendo obras que le parezcan interesantes para su crecimiento actoral, aunque no sean megahits de taquilla. Es por eso que también se lo ve en telefilms siempre que la historia lo conquiste.
Transformándose en sus personajes –sin necesidad de demasiados artificios de maquillaje- y atrayendo a la audiencia, Harris se ha ganado la reputación de uno de los más talentosos actores de nuestra época. Tanto como protagonista como secundario, Harris ha conseguido ganar la confianza del público.
Probablemente si “El abismo” hubiera sido un éxito rotundo, Harris habría podido optar por el estrellato, pero al no tener ese físico privilegiado de muchos actores carilindos, él tiene que trabajar a los personajes, tiene que convencer interpretando, y es por ello que sigue brindando personajes inolvidables. La suerte es para nosotros que Harris no haya alcanzado la fama mundial. El es un actor, no una estrella.
Filmografía seleccionada:
2011 That's What I Am …………………. Mr. Simon
2011 Salvation Boulevard ……………….. Dr. Paul Blaylock
2010 What's Wrong with Virginia …………. Sheriff Dick Tipton
2010 The Way Back ………………………. Mr. Smith
2010 Los caídos (Once Fallen) …………….. Liam
2008 Entre la vida y la muerte (Appaloosa)…………. Virgil Cole
2007 La leyenda del Tesoro perdido 2: el libro de los secretos (National Treasure: Book of Secrets)……………… Mitch Wilkinson
2007 Sin rastros (Cleaner)………………….. Eddie Lorenzo
2007 Desapareció una noche (Gone Baby Gone) ……………. Remy Bressant
2006 La passion de Beethoven (Copying Beethoven) ………… Ludwig van Beethoven
2005 Winter Passing ………………. Don Holden
2005 Empire Falls (TV movie) ……… Miles Roby
2005 Una historia violent (A History of Violence) …………….. Carl Fogarty
2003 Me llaman Radio (Radio) ………………….. Coach Jones
2003La piel del deseo (The Human Stain) …………. Lester Farley
2002 Las horas (The Hours) …………… Richard Brown
2001 Una mente brillante (A Beautiful Mind) …………… Parcher
2001 Buffalo Soldiers ………………….. Colonel Berman
2001 Enemigo al acecho (Enemy at the Gates) ………………. Major König
2000 Pollock …………………….. Jackson Pollock
2000 Despertando a la muerte (Waking the Dead) ………. Jerry Charmichael
1999 El tercer milagro (The Third Miracle) ………………. Frank Shore
1998 Quédate a mi lado (Stepmom) …………………. Luke Harrison
1998 The Truman Show ………………. Christof
1997 Poder absolute (Absolute Power) ………. Seth Frank
1996 La roca (The Rock) …………… Brigadier General Francis X. Hummel
1996 Ojo por ojo (Eye for an Eye) …………….. Mack McCann
1995 Nixon …………………………. E. Howard Hunt
1995 Apollo 13 ………………………. Gene Kranz
1995 Causa justa (Just Cause) ………….. Blair Sullivan
1994 Eligiendo mamá (Milk Money) ……… Tom Wheeler
1994 Apocalipsis (The Stand) (TV mini-series)…………. General Starkey
1994 China Moon ………………… Kyle Bodine
1993 La tienda de los deseos malignos (Needful Things) …………. Sheriff Alan Pangborn
1993 Fachada (The Firm) ………………. Wayne Tarrance
1992 Compañeros de formula (Running Mates) (TV movie) ………… Hugh Hathaway
1992 El precio de la ambición (Glengarry Glen Ross)………………… Dave Moss
1991 Paris Trout ………………………… Harry Seagraves
1990 Tiro de Gracia (State of Grace) ……. Frankie Flannery
1989 El abismo (The Abyss) ……………… Virgil 'Bud' Brigman
1989 Cicatrices de Guerra (Jacknife) ………. David 'High School' Flannigan
1988 Complot contra la libertad (To Kill a Priest) ………….. Stefan
1987 Walker …………………. William Walker
1987 The Last Innocent Man (TV movie) ……………. Harry Nash
1985 Dulces sueños (Sweet Dreams) ………………… Charlie Dick
1985 La bahía del odio (Alamo Bay) ………………… Shang
1984 En un lugar del corazón (Places in the Heart) ………..Wayne Lomax
1984 Swing Shift …………………….Jack Walsh
1983 Elegidos para la Gloria (The Right Stuff) ………….. John Glenn
1983 Bajo Fuego (Under Fire) …………………….. Oates
1982 Creepshow ……………….. Hank Blaine (segment "Father's Day")
1981 Knightriders ………………….. Billy
1978 Coma ……………………. Pathology Resident #2
Lic. Diana Lombardo
E-mail: dlombardo74@gmail.com
Facciones angulares, muy rubio, de intensos ojos azules, rasgos típicamente estadounidenses y frente amplia, Harris es el hombre de la calle, ni alto ni bajo, de buena presencia pero que no desata grandes pasiones.
Su filmografía incluye una lista de grandes interpretaciones que, sin embargo, no le han traído el reconocimiento del público masivo, si bien es admirado por sus pares y ampliamente valorado, hasta el punto de sostener una película él solo. Harris va camino a ser recordado como uno de los grandes actores de carácter del cine norteamericano.
Nacido en la pequeña ciudad de Tenafly, en Nueva Jersey, pronto se mudó a Oklahoma para jugar fútbol americano, pero esta pasión pronto sería opacada por la actuación. A los 25 años se licenció en arte dramático en el California Institute of the Arts e inmediatamente comenzó a trabajar.
De sólida formación teatral, debutó en los escenarios de New York en el año 1983, en una obra de Sam Shepard llamada “Fool for love”, interpretación por la que obtuvo un premio Obie. Más tarde se trasladaría a Los Ángeles para participar de adaptaciones teatrales de “Un tranvía llamado deseo”, “Hamlet”, “Dulce pájaro de juventud” y “Viñas de ira”, en donde se sucedieron los aplausos por su trabajo, además de una candidatura al Tony (el Oscar del teatro) por “Precious son”.
Estos trabajos en el teatro le dieron una especial profundidad en sus interpretaciones que luego trasladó a sus intervenciones cinematográficas. Después de hacerse un nombre como un poderoso intérprete en teatro, y de un par de intervenciones en series de Tv, debutó en el cine en 1978 en “Coma”, dirigida por el novelista Michael Crichton (autor de la novela Jurassic Park) haciendo uno de esos papeles que ni tiene nombre (era el “residente de patología # 2”) y consiguió su primer papel importante, aunque secundario, en 1980 junto a Charles Bronson en “Borderline”. Siguió trabajando en Tv, en apariciones esporádicas.
Un año después, George A. Romero se ubica como su verdadero descubridor en el cine cuando le dio el papel de un motoquero salido de las leyendas del Rey Arturo en “Knightrider”. Romero decidió buscar un actor capaz de representar una imagen deformada del mítico Rey Arturo, soberano de una Camelot de los años setenta convertido en circo ambulante habitado por motoqueros, ángeles del infierno y seguidores entusiastas de las leyendas del Medioevo. Harris cumplió a la perfección con su personaje brindando algo que iba a mantenerse en todos sus posteriores papeles: credibilidad.
Knightrider |
A esta película le siguió en 1982 un episodio de “Creepshow”, también dirigida por Romero. Y en el medio participaciones en las series “Chips” y “Los Hart”.
Ed Harris es uno de los héroes de una pieza más completos del cine norteamericano moderno, como demostró encarnando al astronauta John Glenn en “Elegidos para la gloria”, una larga película que fue atractiva para el resto del mundo debido al excelente reparto que tenía, actores siempre prometedores aún en papeles simples o absurdos, es decir, que pertenecen al mismo grupo de Harris. Ahí estaban Sam Shepard, Scott Glenn, Dennis Quaid, Fred Ward, Barbara Hershey, Kim Stanley, Veronica Cartwright, Pamela Reed, Scott Paulin, Charles Frank, Lance Henriksen, Donald Moffat, entre otros.
Elegidos para la gloria |
Basada en la novela de Tom Wolfe del mismo nombre, la película fue alabada por su alcance épico y sus grandes actores; aunque no consiguió dar un espaldarazo definitivo a sus actores, les brindó reconocimiento mundial y Harris comenzó a ser más solicitado para otros trabajos.
A partir de aquí, Ed Harris se convirtió en el “niño mimado” de los críticos, pero no tuvo suerte con sus films. En la década del ’80 parecía que si encabezaba un film, éste no triunfaba. Si bien realizó brillantes y conflictivos papeles, no afectaban a la audiencia. Cuando trabajó como secundario, sin embargo, triunfaba, aunque no necesariamente a nivel económico. Después del carismático marido de Goldie Hawn en "Swing Shift" (1984), Harris hizo una fuerte impresión como un esposo engañoso en “En un lugar del corazón”, junto a Sally Field, Danny Glover y John Malcovich. Aquí conoce a Amy Madigan, con quien se casó antes de encabezar "Alamo Bay" (1985) de Louis Malle.
En un lugar del corazón |
Amy Madigan |
Su esposa también pertenece a esa rara especie de actores que prefieren seguir gustos personales y realizar obras de teatro o films independientes, alejándose de una carrera comercial. Desde el comienzo Harris intercaló trabajos en televisión con obras de teatro. Luego al hacerse ya un nombre, no perdió esta costumbre de alternar grandes películas en cine con buenas obras de teatro, llegando incluso a rechazar proyectos fílmicos para dedicarse a su primer amor. Esto no le impidió que sus coterráneaos se acostumbraran a verlo en pequeños papeles, sin considerarlo por ello un actor secundario. Más bien se lo cataloga como un primer actor ejerciendo su protagonismo en un segundo plano de la historia. Hay pocos capaces de hacerlo (mejor dicho, de tolerarlo), en general actores de gran trayectoria como Gene Hackman o Michael Caine. Es un difícil ejercicio de equilibrio seguir siendo el mejor en la escena sin robar el protagonismo a la estrella de turno.
Al llegar los ’90 era un reconocido intérprete, sus papeles fueron más consistentes y pronto solidificó su reputación. Fue el problemático veterano, compañero de borrachera de Robert de Niro en “Cicatrices de guerra”, agente de la ley en “Fachada”, militar digno pero equivocado en “La roca”, jefe mafioso irlandés capaz de mandar asesinar a su propio hermano en “Tiro de gracia” o padre sumido en el dolor luego de la violación y asesinato de su hija en “Ojo por ojo”, jefe de control de vuelo en “Apolo XIII”, el creador de “The Truman show”…
Harris también tiene su cuota de personajes basados en la vida real. Además de la biográfica “Pollock”, fue Beethoven en “La pasión de Beethoven”, el ex espía de la CIA, E.Howard Hunt en “Nixon” de Oliver Stone y William Walker, un americano del siglo XIX que se autodesignó presidente de Nicaragua en “Walker”.
Apolo 13 |
The Truman show |
La pasión de Beethoven |
Fachada |
Se destaca por su capacidad para hacer cualquier tipo de papel con similares buenos resultados y eficacia. Tiene la capacidad de ejercitarse como actor interpretando a héroes tan castos y puros, pero a la vez tan humanos, como el astronauta John Glenn en “Elegidos…”, como a un asesino tan terrorífico como Blair Sullivan en “Causa justa”. No se puede imaginar películas como “El abismo” sin verlo en su papel de buceador veterano, con problemas, curtido en aventuras, pero a la vez sensible, o “La bahía del odio”, donde su militante del Ku-Klux Klan puede ser simpático al público en ciertos momentos a pesar de sus ideas racistas.
Estos filmes definitivamente no serían lo mismo sin sus personajes. Con “Quédate a mi lado”, volvió a aparecer como la única opción para un personaje que abandona a su familia para caer en brazos de Julia Roberts y enterarse luego que su ex esposa está enferma. Tenía que ser alguien que hiciera lo correcto para todos los involucrados, alguien tan decente que la gente no odiara y mereciera ser feliz junto a Julia Roberts.
El abismo |
Quédate a mi lado |
Harris hizo su debut detrás de cámaras en el año 2000 dirigiendo “Pollock”, aunque ya tenía experiencia dirigiendo obras de teatro. Este proyecto, que venía preparando desde hacía una década, se concretó como una obra independiente para retratar la vida del pintor impresionista Jackson Pollock, siguiéndolo desde su alcoholismo desesperado hasta el descubrimiento de su estilo y su éxito hasta su vuelta al alcoholismo y muerte en un accidente de autos.
Hábilmente, se rodeó de un grupo de amigos para contar la historia: Marcia Gay Harden fue su esposa, Jennifer Connolly fue la fan con la que Pollock tiene un romance y Amy Madigan fue Peggy Guggenheim, la dueña de la galería en donde se presentó su trabajo por primera vez.
La película fue premiada en el Festival de Venecia del 2000, además de conseguirle un Oscar a Marcia Gay Harden como actriz de reparto y una nominación al Oscar para el propio Harris como actor principal. Sería su tercera nominación. En 1995 lo había sido por “Apolo XIII” y en 1999 por “The Truman show”, en ambos casos como actor secundario.
Es un actor tan sensitivo, valiente y fuerte que se animó a participar en un film rodeado de uno de los repartos femeninos más impresionantes de los últimos años sin desaparecer entre ellas. Así, en 2002, se reunió con Judi Dench, Nicole Kidman, Julianne Moore, Meryl Streep, Miranda Richardson, Toni Collette y Eileen Atkins para interpretar a un escritor muriendo de Sida en "Las horas". Era el único capaz de tener una presencia actoral y gran dignidad humana como para convencer pero sin necesidad de acaparar la atención en cada escena. En este film vuelve a entregar una impresionante actuación mientras su personaje lucha con la enfermedad, sus relaciones con mujeres cruciales en su vida y sus razones para seguir viviendo; conociendo que el fin está cerca y temiendo la pérdida de la dignidad, toma una decisión en una de las escenas más conmovedoras e impactantes del cine, lo que le valió su justa y merecida tercera nominación para un Oscar como actor de reparto.
Las horas |
También de este año es “Una mente brillante”, en donde interpreta a un oscuro agente secreto que pretende que el personaje de Russell Crowe, el matemático John Nash, lo ayude a descifrar un código secreto durante la Guerra Fría.
Una mente brillante |
Al año siguiente se lo ve como el abusivo ex esposo de Nicole Kidman en el rol secundario en “La piel del deseo” (también conocida como “La mancha humana”) (2003) y en “Me llaman Radio” como un entrenador de football americano que apuesta por la integración de un retrasado mental a su equipo.
Vuelve a hacerse evidente el inmenso rango que Harris maneja para ser creíble en los buenos hombres de “Quédate a mi lado” y “Eligiendo mamá” como en las bestias de “Causa justa” y “La piel del deseo”.
Después de participar en la miniserie de HBO “Empire Falls”, aparece con toda su potencia en “Una historia violenta”, de David Cronenberg, en 2005, jugando una amenazante y oscura figura que acecha al protagonista interpretado por Viggo Mortensen. Su perfecta mezcla de amenaza y humor es uno de los destaques de un film tenso.
En 2008 vuelve a dirigir, en este caso un western en donde un Marshall de los Estados Unidos debe limpiar la ciudad de New México después que una banda asesinó al sheriff anterior. Acompañado otra vez por Viggo Mortensen realizó “Entre la vida y la muerte” (Apaloosa).
Pero si hay una palabra que defina a este actor es "impredecible". Además de los personajes ya citados fue: mercenario en “Bajo fuego”, pescador en “La bahía del odio”, francotirador alemán en “Enemigo al acecho”, y un policía en “Desapareció una noche”, además de ser el antagonista de Nicolas Cage en “La leyenda del tesoro perdido 2: El libro de los secretos”. Otro detalle para resaltar es que siempre está alternando su carrera cinematográfica con el teatro, siempre siguiendo obras que le parezcan interesantes para su crecimiento actoral, aunque no sean megahits de taquilla. Es por eso que también se lo ve en telefilms siempre que la historia lo conquiste.
Transformándose en sus personajes –sin necesidad de demasiados artificios de maquillaje- y atrayendo a la audiencia, Harris se ha ganado la reputación de uno de los más talentosos actores de nuestra época. Tanto como protagonista como secundario, Harris ha conseguido ganar la confianza del público.
Probablemente si “El abismo” hubiera sido un éxito rotundo, Harris habría podido optar por el estrellato, pero al no tener ese físico privilegiado de muchos actores carilindos, él tiene que trabajar a los personajes, tiene que convencer interpretando, y es por ello que sigue brindando personajes inolvidables. La suerte es para nosotros que Harris no haya alcanzado la fama mundial. El es un actor, no una estrella.
Filmografía seleccionada:
2011 That's What I Am …………………. Mr. Simon
2011 Salvation Boulevard ……………….. Dr. Paul Blaylock
2010 What's Wrong with Virginia …………. Sheriff Dick Tipton
2010 The Way Back ………………………. Mr. Smith
2010 Los caídos (Once Fallen) …………….. Liam
2008 Entre la vida y la muerte (Appaloosa)…………. Virgil Cole
2007 La leyenda del Tesoro perdido 2: el libro de los secretos (National Treasure: Book of Secrets)……………… Mitch Wilkinson
2007 Sin rastros (Cleaner)………………….. Eddie Lorenzo
2007 Desapareció una noche (Gone Baby Gone) ……………. Remy Bressant
2006 La passion de Beethoven (Copying Beethoven) ………… Ludwig van Beethoven
2005 Winter Passing ………………. Don Holden
2005 Empire Falls (TV movie) ……… Miles Roby
2005 Una historia violent (A History of Violence) …………….. Carl Fogarty
2003 Me llaman Radio (Radio) ………………….. Coach Jones
2003La piel del deseo (The Human Stain) …………. Lester Farley
2002 Las horas (The Hours) …………… Richard Brown
2001 Una mente brillante (A Beautiful Mind) …………… Parcher
2001 Buffalo Soldiers ………………….. Colonel Berman
2001 Enemigo al acecho (Enemy at the Gates) ………………. Major König
2000 Pollock …………………….. Jackson Pollock
2000 Despertando a la muerte (Waking the Dead) ………. Jerry Charmichael
1999 El tercer milagro (The Third Miracle) ………………. Frank Shore
1998 Quédate a mi lado (Stepmom) …………………. Luke Harrison
1998 The Truman Show ………………. Christof
1997 Poder absolute (Absolute Power) ………. Seth Frank
1996 La roca (The Rock) …………… Brigadier General Francis X. Hummel
1996 Ojo por ojo (Eye for an Eye) …………….. Mack McCann
1995 Nixon …………………………. E. Howard Hunt
1995 Apollo 13 ………………………. Gene Kranz
1995 Causa justa (Just Cause) ………….. Blair Sullivan
1994 Eligiendo mamá (Milk Money) ……… Tom Wheeler
1994 Apocalipsis (The Stand) (TV mini-series)…………. General Starkey
1994 China Moon ………………… Kyle Bodine
1993 La tienda de los deseos malignos (Needful Things) …………. Sheriff Alan Pangborn
1993 Fachada (The Firm) ………………. Wayne Tarrance
1992 Compañeros de formula (Running Mates) (TV movie) ………… Hugh Hathaway
1992 El precio de la ambición (Glengarry Glen Ross)………………… Dave Moss
1991 Paris Trout ………………………… Harry Seagraves
1990 Tiro de Gracia (State of Grace) ……. Frankie Flannery
1989 El abismo (The Abyss) ……………… Virgil 'Bud' Brigman
1989 Cicatrices de Guerra (Jacknife) ………. David 'High School' Flannigan
1988 Complot contra la libertad (To Kill a Priest) ………….. Stefan
1987 Walker …………………. William Walker
1987 The Last Innocent Man (TV movie) ……………. Harry Nash
1985 Dulces sueños (Sweet Dreams) ………………… Charlie Dick
1985 La bahía del odio (Alamo Bay) ………………… Shang
1984 En un lugar del corazón (Places in the Heart) ………..Wayne Lomax
1984 Swing Shift …………………….Jack Walsh
1983 Elegidos para la Gloria (The Right Stuff) ………….. John Glenn
1983 Bajo Fuego (Under Fire) …………………….. Oates
1982 Creepshow ……………….. Hank Blaine (segment "Father's Day")
1981 Knightriders ………………….. Billy
1978 Coma ……………………. Pathology Resident #2
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La roca |
Lic. Diana Lombardo
E-mail: dlombardo74@gmail.com
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